Criterios de calidad para materiales escritos del Proyecto La Paz

En el proyecto la Paz podemos diseñar diversos tipos de texto escrito: fichas de trabajo, folletos, cuadernillos, el poster digital y su guía didáctica.

Antes de aplicar fichas de trabajo sobre el tema de la paz, se puede hacer un diagnóstico en el cual los estudiantes respondan en forma escrita y con dibujos lo que para ellos significa la paz y cómo atentamos contra ella; con este diagnóstico podemos elaborar un cuadernillo en el cual figuren ejemplos de dibujos y textos producidos por los educandos. Material hipermedial e hipertextual empleados para apoyar las actividades con miras a la construcción de un concepto generalizado sobre la paz. Por otra parte, se elaborará el póster digital que contará con texto acompañado de diversos elementos que atraigan la percepción del educando, incluso puede llevar alguno de los dibujos elaborados por ellos.  Junto con el póster se desarrollará una guía didáctica.

Los criterios de calidad con que contarán los anteriores materiales escritos están representados en el siguiente esquema que además presenta el porcentaje que podría darse a cada aspecto a evaluar, siendo, en mi concepto, el contenido aquel que requiere mayor atención.

Tabla 1 

 Criterios de calidad para materiales escritos del Proyecto La Paz

 

 

  Además, estos tipos de texto acatarán la función discursiva que según Martínez (2003), se refiere a la función que tendrán estos textos de reproducir un discurso oral, que para el caso será el mensaje que se quiere llevar sobre la paz; la función documental, en la cual se encuentra codificado el mensaje sobre la paz que se quiere que sea decodificado por los estudiantes; y finalmente, la función icónica, que se verá reflejada especialmente en los cuadernillos, en los folletos y en el póster digital, ya que tiene que ver con la contemplación del texto como una imagen, el texto y la imagen forman una totalidad icónica (Martínez, 2003).

Apartándonos de las creencias que prevén la muerte de los medios impresos nos unimos a la concepción de Prendes (2003), quien expone que los medios impresos siguen siendo un recurso didáctico de enorme importancia, de ahí el énfasis en tomar conciencia de que la elección de un texto no ha de ser una decisión a la ligera sino a través de la aplicación de criterios, puesto que «seleccionar, adaptar o crear materiales y evaluarlos es una actividad profesional que requiere preparación específica» (Martínez Bonafé, 1.992, 10).

Aunque el presente ejercicio pretende la simplificación del instrumento de evaluación de los libros de texto, considero pertinente recopilar acá otra propuesta a la hora de evaluarlos, recopilando los planteamientos de Mejía (2007):

 

Referencias

Martínez, F. (2003). El libro de texto como medio didáctico. En Cabero, J.; Martínez, F., y Salinas, J. (Coord.). Medios y herramientas de comunicación para la educación universitaria. EDUTEC-Sucesos Pub., Panamá.

Mejía, W. (2007). ¿Sabe usted elegir libros de texto? Recuperado el 5 de septiembre desde http://www.eleducador.com/col/contenido/contenido.aspx?catID=108&conID=208

Prendes, M. (1997). Evaluación de manuales escolares.   Pixel-Bit: Revista de medios y educación ,   ISSN   1133-8482,   Nº. 9, 1997 . Consultado en septiembre 09 de 2010 en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1410474

Incorporación de medios escritos al proyecto La Paz

Luego de hacer la lectura de El libro como medio didáctico, escrito por Martínez (2003),   surgieron diversos puntos de vista respecto al concepto de libro de texto y su clasificación tipológica, puesto que cada autor expone una definición distinta. Choppin (1.997) los agrupa en los modelos catequético, apologético, jurídico, enciclopédico, atractivo y novela. Buj Gimeno (1.973) anexa otros criterios para la clasificación dependiendo del usuario, el rango didáctico, la finalidad y los aspectos didácticos para los cuales empleará. Escolano (1.997) los agrupa en: libros de iniciación, series cíclicas, modelos enciclopédicos, libro – guía, libros de consulta, libro activo, según la función didáctica. Richaudeau (1.981), para su clasificación, esboza unas  variables: la función, el tipo de usuario, el entorno de aprendizaje y el criterio metodológico.

En el foro del grupo se analizaron las diferentes tipologías arriba mencionadas; por lo cual considero interesante presentar a continuación un esquema del compañero Gustavo Mendoza, que sintetiza los diferentes tipos de texto con el fin de hacer una breve revisión antes de plantear mi criterio personal para ser integrado al proyecto en curso.

Esquema 1 Clasificación de los libros de texto (Mendoza, 2010) 

Como se puede observar la clasificación de libros de texto se da desde diferentes ángulos. Sin embargo,  en este esquema se muestra la clasificación de los libros de texto olvidando los demás textos educativos escritos, relevantes dentro de la práctica pedagógica, como aquellos mencionados por Area (citado por Benito, Pérez y Salinas, s.f.): libros, folletos, publicaciones periódicas y cómics.

Por otra parte, teniendo en cuenta que el proyecto La Paz tiene principalmente, dentro de los materiales escritos, un poster digital así como su guía de uso, anexaré a esta tipología otro tipo de materiales escritos como lo son el material hipermedial e hipertextual que permite la incorporación de estrategias novedosas, favoreciendo la comprensión mediante, no solo texto escrito, sino  diversas formas perceptivas (animaciones, música) que lo acompañan. No obstante, la literatura no es muy exacta respecto a si se pueden considerar como tipos de texto; de hecho, llega a ser contradictoria, Almela (1999) expresa que la relación entre texto e hipertexto podría presentar dos expresiones contradictorias, por un lado el hipertexto se incluye dentro del texto, es una especie de texto, un subconjunto de texto, pero por otro es el texto el que puede considerarse una parte incluida en el hipertexto.

Además, para hacer una tipología propia, se ha mezclado tanto el planteamiento de Benito, Pérez y Salinas (s.f), según el cual el material escrito se puede clasificar en términos de material orientado al profesor y material orientado al alumno; como la clasificación expuesta por Area (citado por Benito, Pérez y Salinas, s.f.), más aquellos elementos que fueron anexados, por ser considerados relevantes como se muestra en el siguiente esquema:

Figura 2 Clasificación de textos educativos 

(Se aclara que el anterior esquema no quiere significar que aquellos materiales que están orientados al alumno no sean también del uso del docente).

En conclusión, se ha hecho un breve recorrido por los tipos de texto escrito, que como podemos observar no es el único material educativo escrito con el cual se puede trabajar, pues se ha planteado un esquema que sintetiza los diferentes tipos de material educativo escritos orientados al docente y al alumno, lo cual ha sido fruto del análisis de los diferentes planteamientos para crear una tipología propia. Así mismo, de la tipología expuesta se ha aprovechado para determinar los textos escritos con los cuales se trabajará en el proyecto La Paz, adaptándolos al modelo de diseño seleccionado, como se observará en la próxima entrada, y los criterios de calidad que se tendrán en cuenta, cumpliendo así varios objetivos propuestos.

Referencias

Almela, R. (1999). Hipertexto, ¿una clase de texto? Universidad de Murcia. Revista de investigación lingüística Nº2. Vol. 11.Págs. 11-19. Recuperado el 3 de septiembre de 2010 desde http://revistas.um.es/ril/article/viewFile/4301/4171

Benito, B. Pérez, A. Salinas J. Medios escritos. Producción de recursos y medios educativos.

             Texto base. Universidad Autónoma de Bucaramanga. Recuperado el día  1 de septiembre del 2010 de http://castor.unab.edu.co/courses/1/531-201062-MTEM/content/_27301_1/dir_unidad2.zip/unidad2/recursos/prod_00140_textobase2.pdf.

Martínez, F. (2003): El libro de texto como medio didáctico. En Cabero, J.; Martínez, F., y Salinas, J. (Coord.): Medios y herramientas de comunicación para la educación universitaria. EDUTEC-Sucesos Pub., Panamá. Se recomienda especialmente la lectura del apartado 1.5